viernes, 9 de noviembre de 2012

121109 Canal del Mesto

09/11/2012 Canal del Mesto o del Guadalix.
   
Mi querida Ita se empeño en que había que salir aunque cayeran chuzos de punta.
...Y como casi siempre acertó con el día.
Pronosticaban lluvias copiosas desde primera hora de la mañana, y aunque no fueron tan abundantes, si que tuvimos un paseo pasado por agua.
¿Qué porque acertó, entonces, diréis? Pues porque esta ruta armoniza a la perfección con el ambiente melancólico y nostálgico que brinda un día gris de otoño.
Hoy es el día de la Almudena, fiesta en Madrid únicamente, por lo que los niños tenían colegio y yo debería estar trabajando. Pero pude colar un día de las vacaciones, y nos decidimos a emprender esta ruta que nos encanto y nos maravilló.
Supongo que este itinerario, sobre todo en primavera y en fin de semana, estará muy concurrido, pero para nosotros fue como descubrir uno de esos lugares recónditos y escondidos que, sinceramente no nos apetecía divulgar, pero el compromiso es el compromiso, y lo mismo que nosotros alimentamos nuestro camino con la experiencia de los demás, estamos en la obligación de hacer lo mismo por vosotros.
Se respira tranquilidad, y para vagar en pareja es genial. Puede pasar por uno de esos paseos refugio donde uno acude para meditar, reencontrarse, o simplemente para buscar un rato cómplice en armonía con tu media naranja.
La ruta original tiene un tramo por carretera (no muy concurrida), pero como nosotros somos camperos convencidos, la he modificado para intentar pisar el menor tramo de asfalto posible.
Al final os dejare el Track para que le echéis un vistazo.
Según nuestro GPS son unos 15,5 Km. Y nosotros empleamos 3H.45’, paradas aparte. No tiene ninguna dificultad salvo la de ir saltando charcos si el dia es lluvioso como hoy, ...y cuando toque esquivarlos, cuidado con la caída.
Partimos desde el cementerio de El Molar, que es un bonito pueblo madrileño y que con las prisas de volver a tiempo para recoger a los nenos no pudimos visitar. Menos mal que hemos hecho la promesa de volver con más gente, así que buscaremos un hueco para pasear por sus calles.
Yo os aconsejo que iniciéis la ruta desde la plaza, donde una señal indicativa os guiará hasta el cementerio. Mas que nada, por respeto a los que quieran visitar a sus difuntos. Para que no se encuentren colapsado el aparcamiento. En la próxima, nosotros lo haremos así, ya que hay sitio para estacionar y nos obligará a cumplir la promesa de rondar por el pueblo.
Pero a lo nuestro que es el recorrido.
Este recorrido nos lleva por las instalaciones del canal del Mesto, propiedad del canal Isabel II y que se construyo para poder atender la demanda de agua de la capital, Madrid, tras el fiasco que supuso la construcción del Pontón de la Oliva, del que ya os hablamos en su día cuando realizamos la ruta que también lo recorre. Recogía las aguas del rio Guadalix para encauzarlas hasta el “canal bajo” siendo su destino el pozo de Fuencarral. Hoy en día esta en desuso, pero las instalaciones permanecen perfectamente conservadas y merecen una respetuosa visita.
Aunque nosotros íbamos provistos de GPS y mapa, no es muy difícil seguir la ruta. Tal vez al final, y por el motivo que os exponía de evitar el asfalto, puede parecer algo mas engorrosa, pero lo cierto es que es muy intuitiva y no es necesario una preparación muy minuciosa.
Partimos desde el mismo cementerio, como os comentaba, aunque lo mejor es iniciarla desde la plaza del pueblo donde encontrareis la información suficiente para llegar hasta aquí.
Una vez llegamos al cementerio, y dejándolo a nuestra espalda, frente a nosotros se abre el paisaje mostrándonos campo abierto que es lo que mola, y a la derecha vemos el inicio de un camino de tierra que nos adentra en este lugar.
 Como os adelantaba, el ambiente ya nos avisa desde el comienzo con una evidente declaración de intenciones.
Por la noche estuvo lloviendo copiosamente y sortear charcos fue una tarea constante a lo largo del camino.
Los cielos, totalmente cubiertos, nos tuvieron en vilo al no tener referencias del rigor con el que pudieran mortificarnos las precipitaciones acuosas o acuíferas (realmente no se como se dice).

 Nos cruzamos con una vía pecuaria. Creo que es la denominada “colada del camino de Velázquez”, pero no me lo toméis como cierto que no es seguro.
El caso es que la atravesamos.

Como veis el camino esta bien definido. A partir de aquí ya no habrá mas cruces hasta el punto de “no retorno” o lo que es lo mismo, hasta el final de las instalaciones del canal que están mas / menos en la mitad del recorrido



Nos adentramos en el cañón que corre paralelo al rio Guadalix y al que acompañaremos durante buena parte de nuestra marcha




El cruce de pequeños puentes es continuo...





...Y la vegetación se vuelve mas frondosa y profusa.
En adelante los colores que va adquiriendo nos confirman que el otoño es la época que mejor engalana este monte.



La adecuación que se hizo del camino persiste en muy buenas condiciones, lo que facilita que sea un paseo cómodo y sin sobresaltos.


Comenzamos a ver las antiguas instalaciones del canal Isabel II






Y por ahora el agua no hace acto de presencia.

En la curva que vemos al fondo, nos desviaremos momentáneamente a la derecha, antes de cruzar el puente, para hacer una visita que nos sorprenderá.
  
Este camino oculto, nos lleva a nuevas instalaciones.


 



Al fondo a la derecha, ¡por favor!.

Una veredita paralela al rio parece invitarnos a seguirla...

 


...O a casa del lobo, o a la de  los enanitos del bosque...???

Ya estamos cerca...
Del Azud del Mesto. El inicio del canal del Guadalix.
¿...Y que es un azud? Pues una pequeña presa de retención de aguas para acumularla y posteriormente encauzarla según convenga.


Tanto las construcciones como la maquinaria están perfectamente conservadas, y seguro que podrían seguir aprovechándose. Pero el tiempo es implacable y actualmente están en desuso.





Una foto junto al chico de oro.

Volvemos sobre nuestros pasos y cruzamos el puente que veíamos desde arriba, para retomar el paseo que aun nos deparará gratas sorpresas.


El recorrido serpentea paralelo al canal, cosa lógica ya que se construyo con ese empeño. Este comentario me sobra por obvio y por superfluo. Comienzo a temer que, a lo mejor e inconscientemente, estoy tratando de convertirme en político populista.
¡Me lo haré mirar!



En medio de la foto aparece la primera caseta.
Muy peculiar en su diseño. Se trata de un respiradero del canal y que imaginamos que están situadas en todas aquellas partes en las que el agua trascurre a través de túneles.





Con forma semicircular, el techo esta cubierto por una malla metálica calada.

Empieza a subir la temperatura y aunque parezca mentira me pongo colorada cuando me miras...  ¡Huy! Que esto es de una canción cutrilla...

 
Al principio, junto al pueblo, vimos a varias personas caminando por medio del campo con bolsas. Imaginamos que buscaban setas como esta y otras que veríamos a lo largo del día.
Recordamos a los recolectores amateur, que han de emplearse cestos de mimbre, o similar, para estos menesteres. Así se favorece la dispersión de las esporas, mientras seguís buscando,  que darán lugar a nuevas setas. N o   l l e v e i s    b o l  s a s   d e   p l a s t  i c o o o o. 



El caso es que empezamos a quitarnos cazadoras y sudaderas, pero a la vez comienza a llover de manera suave e intermitente.
El camino se interna en la garganta donde la vegetación se vuelve mas densa y se va asemejando a jungla mas que a bosque.
Por el horizonte aparecerán en cualquier momento los helicópteros de apocalypse now lanzando bombas de napalm “pa j.d.r la marrana”, como han hecho siempre estos juanitos.



Una mirada a nuestra espalda nos descubre nuevas construcciones.
El bosque ya nos regala la vista con diversas tonalidades.
Calculamos que en un par de semanas o tres estará mucho mas vistoso




Algunos tramos hemos de bordearlos. Ojo con resbalar ya que el perfil del camino es de piedra y el barranco, en algunos puntos, bastante profundo.


Otro puente.
La viejecita malvada de la foto es Ita.
...Pero no es tan malvada, ni tiene chepa, que es una mochila.
Bueno... algo malota es cuando se pone pesada con la limpieza de la casa en fin de semana, pero al menos no tiene verruga en la nariz.

¡Como cuando éramos niños!, pisar charcos sigue siendo divertido.

Esta frase me acaba de poner nostálgico; ¡Cuando éramos niños...!
Que lejos quedaba el futuro y que amplio era el presente.
Y ahora...  El presente se nos pasa sin darnos cuenta y comenzamos a tener mas pasado que futuro.

Tranquilos... es el otoño y el día gris. Aunque, esto, no quita que siga pensando lo mismo durante el resto del año.
 
...Sigamos en el camino por muchos años.


A nuestra espalda descubrimos un nuevo puente que ahora no distingo si lo hemos atravesado, o pertenece a otro tramo.



El camino se transforma, durante un trecho, en barranco.



Si indagáis un poco descubriréis alguna que otra cueva utilizada durante la construcción del canal.
En el recorrido del Ponton de la Oliva hay bastantes mas y se utilizaban para el transito del material cuando el canal estaba inundado.



Este será el tramo mas complejo de la ruta, lo que os da una idea de lo fácil que resulta.





Tras pasar esta pared, nos acercamos al final del canal.



Estas losas de color rosa deben ser algún tipo de registro o respiradero, ya que por la rendija podemos divisar que tapa algún tipo de túnel



Descubrimos otra obra, prácticamente oculta por la vegetación.
...Para rodar un capitulo del planeta sin nosotros.

Como podréis observar, al fondo ya no se distingue ninguna elevación montañosa. Comenzamos a pisar el final de la quebrada y salimos a la parte alta.

Una valla de acceso peatonal.
No os había comentado que este recorrido se puede hacer en ambos sentidos, pero hemos creído que el nuestro es el mas sencillo.

Al fondo asoma un polígono industrial, que nos hace despertar de la parte mas bucólica del camino, pero no os preocupéis, que aun quedan cosas por ver, aunque solo sea por las panorámicas.



Cartel explicativo de la parte que acabamos de recorrer.
Cuando lleguéis a esta caseta del canal, tenéis dos opciones... Bueno, realmente son tres pero os las voy detallando una a una, y os las comento

Las dos primeras opciones son de bajada. Hacia la derecha del camino que traemos comienza una pista empedrada o asfaltada de gravilla, que nos indica que ha tenido bastante trafico y aún hoy debe dar paso a bastantes vehículos


Mas o menos, cuando estéis a la altura de los “mellizos de oro” tenéis opción de ir a derecha o a izquierda.
Cogemos la 1ª de las tres opciones que os planteaba y nos vamos hacia la derecha durante unos 500 m. .



Ese camino, aparentemente finalizar en este puente que esta cerrado al paso con una cadena y un letrero de prohibido el paso.



¡Que no lo crucéis! Esta prohibido ¡jolines!. Así que pasadlo de largo, ya que justo en el lado contrario aparecen unas misteriosas escaleras..




Hoy están muy resbaladizas, por lo que Ita prefiere quedarse arriba por si hay que salir corriendo en caso de urgencia o pánico generalizado.

...Pero como una ruta ha de estar bien documentada, yo bajo a ver que puede esconder esta escalinata.



La primera impresión es que nos lleva a una ciénaga peligrosa donde temibles anacondas pueden estar al acecho de una presa. También pudiera ser que una tribu de jíbaros amazónicos estén ocultos, tras ser abducidos por los alienígenas, y pretendan una victima inocente para reducirle la cabeza.




Una vista atrás para comprobar que la vía de escape no tiene ningún tipo de obstáculos...



...Y la joya de la corona.
No me digáis que no parece una escena selvática.
Solo falta Tarzán con la jodia mona, o una hilera de piratas en busca del tesoro.
Supongo que en verano será difícil encontrar un hueco, pero hoy, solo con llegar aquí, ya nos damos por satisfechos con la excursión. Este lugar se llama ‘El Hervidero’
Como idea para los señores del cine, se me ocurre que una tribu maya podría estar preparando un sacrificio humano en la zona, o pudiera ser también el escenario perfecto para una emboscada tipo Vietnam, con Rambo repartiendo estopa a los “charlys” mientras le disparan desde lo alto con esos kalashnikov AK47 que disparan pa tras, porque pa lante es imposible ser tan inútil de no darle aunque sea una pedrada. ...Lo de la pedrada a Rambo... también daría mucho juego.

Volvemos sobre nuestros pasos y aprovechamos para hacer un alto y reponer fuerzas.



Tomamos la segunda opción, de esas tres iniciales, que es seguir por el ramal de la izquierda del cruce que estaba a la altura de los mellizos de oro, y que nos lleva junto a esta nueva construcción, que de nueva le queda poco.


 

Salimos a la continuación de la pista asfaltada y un nuevo puente nos encamina hacia el polígono que veíamos desde lo alto.

Mi intención era cruzar por aquí, y volver a cruzar por...

 

Aquí.

Pero este camino esta cerrado con su valla y todo. Seguimos un tramo de la pista, e intentamos salir a camino a unos 100 m. por este desvío que veis, (foto en vista atrás), pero se nos plantearon dos problemas principales; A) El camino estaba impracticable por lo pegajoso y resbaladizo del barro, y b) porque la ruta se nos alarga unos 6 o 7 Km. Y no podíamos llegar a tiempo a la salida del cole.
En Google podréis comprobar que la ruta es ampliable rodeando la comentada zona industrial, pero en un tramo no tan vistoso.
El caso es que nos dimos la vuelta y aquí aparece la tercera de las opciones que hay desde el punto de la caseta. Consiste en seguir la carretera asfalto-empedrada, sin bajar a esta zona. Mira lo que nos toca ahora desandar y subir




Esta es la vista desde la caseta, del camino que llevábamos hacia el polígono.
Mas adelante os mostraremos una visión del sendero que pretendíamos coger.




A partir de este tramo hay varias bifurcaciones que, aún siendo intuitivas, yo os las muestro para que no os quejéis.

Traspasamos el acceso que se percibe al fondo.
Aquí, hacia la izquierda. Algo de cuesta hemos de subir que si no la ruta se queda incompleta.

Siguen surgiendo antiguas construcciones del canal a nuestro paso.


Esta si que es una construcción comprometida con el medio ambiente. Se deja el hueco en la tapia para que crezca el árbol libremente

La imagen que os anunciaba donde podéis ver, tanto la pista poligonera, como los caminos que rodean las fábricas. El camino de vuelta, llegando allí, iría por la izquierda, por la cuerda del monte.
Todavía no se aprecia, pero al fondo, fondo, se ve Madrid.






Nuevas imágenes de otoño.

Siguiendo la pista, llegaremos a una carretera asfaltada sin mucho transito, pero no es lo nuestro. Tomamos por este camino en subida hacia la izquierda y ya veremos donde salimos.




De frente la carretera, así que a la izquierda otra vez.


Por aquí, por favor...

Al final de esta rampa giramos a la derecha en busca del asfalto. Este tramo será el peor por lo guarro y sucio que esta. Hay mucho cartucho de escopeta, pero debe ser cazador dominguero, por que los buenos no dejan tanta mierda por ahí.



Debido a unas fincas, tenemos que pisar asfalto durante unos 200 m.

Los ‘picos’ que veis al fondo son las torres de Madrid

En este punto volvemos a internarnos en el campo.

Antes de seguir por nuestro camino os tengo que informar que si seguís esta carretera, que aunque poco transitada sigue siendo carretera, llegareis al observatorios de El Molar, y al vértice geodésico que esta situado donde se ubicaba la antigua atalaya de El Molar (les voy a desgastar el nombre) y que eran fortificaciones militares de vigilancia que se comunicaban con la siguiente encendiendo fuego en su parte mas elevada dando, así, aviso de peligro.
El caso es que nosotros nos vamos al camino terruñero, que nos pone, mas girando en este mojón.


El camino a tomar ahora es el más ancho.



Ira girando levemente hacia la derecha en busca del pueblo.


La valla de piedra que veis a la derecha, nos sirve de referencia.




No obstante, la mejor referencia la encontrareis en el observatorio.
Caminad paralelos a él hasta llegar a la carretera.

Comenzó a llover de nuevo de manera mas intensa.
Y eso favoreció que el arco iris se nos mostrara para dar color al viaje.

El camino ya se presenta mas trabajado y a la vez deteriorado por el transito de vehículos, que se adivina constante, hacia las fincas con las que nos hemos cruzado los últimos metros.

Desembocamos en el asfalto.
De aquí al coche, un Km. escaso



Al fondo el cementerio, desde donde partíamos esta mañana.

Foto final de fin de viaje.
El resumen os lo evito  ya que el mejor comentario sobre la ruta ya os lo hice al principio.
Tengo que pediros disculpas, ya que como pronosticaban lluvias copiosas para hoy, no traje cámara de fotos y todas las que os pongo están hechas con móvil.
Esperamos que disfrutéis aquí, igual que nosotros lo hicimos.
Buena senda.
Besos
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