sábado, 4 de mayo de 2013

130504 Castañar del Tiemblo – Pico de Casillas (o alto del Mirlo)

130504 Castañar del Tiemblo – Pico de Casillas (o alto del Mirlo)

            No sé la razón real, pero durante toda esta ruta no tuve buena sintonía con la madre naturaleza. Mas que con la madre naturaleza, era una especie de pálpito que me susurraba que esta ruta no iba a funcionar o al menos no sería divertida.
Desafortunadamente para mi, carezco de ese sexto sentido que tanto he envidiado en otros, así que tranquilos... no os quiero alarmar porque realmente merece la pena.
Es una ruta recomendada en otoño por la obviedad de que los castaños están en pleno esplendor. Los colores de este bosque cubren un amplio espectro de la escala cromática del marrón-verde-amarillo y si además te gusta destrozarte los dedos cogiendo castañas, pues ven en otoño.

Foto bajada de la red

Para el que no lo sepa, la castaña nace y se cría acompañada de alguna hermana dentro de unos erizos con las púas muy afiladas, y aunque creas que serás mas listo que todos nosotros (y me refiero a los millones y millones que hemos cogido un erizo para sacar las castañas), acabaras pinchándote como el que mas.

Nosotros nos hemos decidido por la primavera, porque, aunque el castaño no tiene follaje (y ya vale de gracietas con la palabrita), el resto del bosque y especialmente las vistas desde la sierra son un lujo.
La segunda razón y mas importante es porque, al tener fama de vistoso en otoño, la afluencia de gentío es excesiva, así que en esta época de primavera estamos prácticamente solos y nos hemos evitado las aglomeraciones de los sitios Gran Vía a los que uniré este lugar, aún no habiendo sufrido el agobio de la muchedumbre.
Aviso a navegantes; Desde finales del verano, hasta bien entrado el invierno, este sitio tiene peaje, o lo que es lo mismo, tendréis que pagar por visitar el lugar. Las tarifas del 2012 eran, según la WEB del sitio, de 2 € por persona y 6 € por vehiculo.
Otra opción es la dejar el coche en las afueras del pueblo (Hay un parking habilitado) y subir en autobús que sale cada 30 minutos. Solo pagareis 2 € por persona mayor. Pone que los niños no pagan, pero no especifican límite de edad.
Un consejo que emana de la misma fuente de la experiencia turbada... O... loques lomigmo... que  por una indolente  gestión de los accesos a tan bucólico paraje, o... no tan nefasta, si no, tal vez, intencionada, la pista que lleva desde el pueblo hasta aquí y que tiene un recorrido de nos 7 u 8 Km, esta en muy mal estado, llena de pozos, ya que superan los limites del socavón, y con estrecheces que no quisiera yo que os cruzarais con el autobús de linea que transporta forasteros por que uno de los dos no pasa. Es como un vía crucis de semana santa. Venir por aquí es todo sufrimiento y penitencia, con paradas incluidas en las que rezaras, aunque en un sentido mas peyorativo (que palabra mas maja para buscar en el diccionario)
Por cierto; si eres morador del Tiemblo o tienes casa aquí, no pagas, te dan un carné y paseas 'de gratis' por el castañar. Que de nuevo digo yo que... que tal les parecerá al Sr. Alcalde y su cohorte de concejales del Tiemblo que le hagamos pagar si vienen al retiro, a la casa de Campo o al parque de mi barrio. Que esta muy bien decir que es para evitar los desmanes del personal, pero me da que el tema es mas por mero afán recaudatorios que por evitarle daños al ecosistema. Si pones un control de accesos, el resultado es el mismo, pero sin cobrarnos. Además que vándalos con Quad, y robacastañasa con saco (excusa o motivo expuesta por los aduaneros para justificar la colecta impuesta) deberán morar por la zona, porque de Extremadura, de Cuenca o de Logroño, raro se me hace que vayan con Quad a robar castañas. ¡En fin...!, que si no es por que merece la pena venir, no os lo recomendaba.
Y empecemos que ya me he calentado bastante.
Llegar hasta el bonito pueblo de El Tiemblo no tiene perdida. A 81 Km de Madrid por la N-403, nos presentamos en apenas 1 hora. Encaminarnos hacia el es tarea fácil ya que esta muy bien señalizado desde la entrada del pueblo, y tras los 7 u 8 Km de penuria que os comentaba, llegamos a una zona de aparcamiento, ocio y esparcimiento, muy bien acondicionados. En esto hay que felicitar al ayuntamiento, que en todo hay que ser justos. Es el área recreativa del ‘Regajo’.
Cuenta además con zonas de barbacoa y mesas para la manduca campestre. Creo que las restricciones para no hacer fuego son solo durante la época estival, ya que cuando regresábamos, esto estaba lleno de familias poniéndose las botas con comida dominguera de esa que te agita la conciencia (mas que la conciencia, el estomago) pensando en acercarte y decir;
.- “Que pinta tiene la panceta... ¿He Jefe...?”
No tendrás ahí un trozo pan o algo, no se vaya a echar a perder...
Si eso, los niños ya ‘sapañan’ con la butifarra que ‘paece’ que va a sobrar. Porque su suegra ‘tie’ pinta de haberse ‘cebao’ con ’la morcilla. La ‘mu’ ‘joia’”


¡Al lío! Que ya divago

Os decía que hoy estamos prácticamente solos a las 09:45 de la mañana.
Bueno solos del todo no, el personal de una caravana que debe haber dormido por aquí se prepara para desayunar, y también los moradores del bosque como esta ardilla que parece que ya tienen faena.



La zona reservada para parking consiste en unos recuadros delimitados por vallas de madera, en los que se informa de la capacidad de cada uno. Creo que hay unos 4 o 5.

¡Pues bien! Nos vamos a ir hasta el final del parking, por la pista que traemos, y  justo en ese punto encontraremos un puentecillo a la derecha donde nada mas traspasarlo encontramos un hermoso cartel informativo sobre la senda del castañar que será la parte inicial de nuestra ruta.
El puñetero cartel podía estar en el inicio del parking, ya que, aunque el camino se puede empezar tanto por la pista, como por detrás del merendero, por donde nos fuimos nosotros al principio, es mejor hacer las cosas bien.
Claro, que a los de la caravana les vino de perlas que nosotros nos equivocáramos primero. ¡Ya se lo dije bien claro!;
.-“Si no nos ves volver es que esta vez vamos bien”.
La senda del castañar le tenemos señalizada constantemente por estacas como esta. El  PR AV-54.
Tiene una longitud de 4 Km. mas o menos y el carril por donde discurre es muy cómodo de transitar por lo que la podrá realizar cualquier persona, incluso con alguna discapacidad.
Pero los que me acompañan no tendrán esa suerte. La nuestra tiene algo más de 14 Km. Muchos de los cuales se nos hicieron interminables.
Unas 7 horas, incluyendo las paradas del desayuno y la comida, tardamos en completar un recorrido que de fácil tiene muy poco si no tienes cierta preparación.
                       

       Comenzamos con tranquilidad y parsimonia.
...O mas bien con pachorra, como siempre hacemos (luego nos arrepentiremos), pero esta parte es para pasearla, no para marcar tiempo medio de paso, ni de marcha marcial, etc, etc...


Un autentico paseo al que si le añades el color del otoño y alguna que otra castaña que echarte a la boca, justifican de sobra pasar una tarde en este paraje.

...Si además le añades la panceta y el choricillo...

¡...Aunque haya que pagar los 2 € ¡
Bueno..., no. Lo de los 2€ sigue sin convencerme.


Centenarios castaños se reparten por el recorrido, pero sobre todo nos sorprenderá uno de ellos reconocido como monumental.

Contaremos con agua potable en 2 fuentes. La única pega es que están al principio y al final del recorrido, y os aseguro que  necesitareis bastante si aprieta el Lorenzo.
Esta es la fuente de los Cazueleros.

¡Aprovechadlas!
Que a nosotros no nos sentó mal este agua.



A parte de las estacas, estos postes os irán indicando la dirección del lugar y el tiempo estimado que tardareis en llegar.

Pronto llegamos al refugio de  Majalavilla.
Veremos 3 durante esta ruta, lo que nos plantea la opción de poder disfrutarla con tiempo inestable, aunque mejor que no os pille subiendo. Pero ya llegaremos a eso.
Creo que este es uno de los refugios mas singulares de todos los que hemos visto en los últimos años, y  lo digo sobre todo por que esta totalmente desprovisto de vigilancia y aun así, la gente que lo frecuenta es cuidadosa y respetuosa con él. Hubiera preferido no sacarlo aquí porque seguro que algún cafre adopta la idea de ir a dejar su entupida firma en este sitio, pero ya hemos hablado de que estamos para compartir experiencias con la buena gente y así a de ser.. ¡En fin..!
Al igual que el exterior esta impecable, el interior es mas vistoso aun, con las paredes pintadas con fauna y flora de la zona, una chimenea operativa e incluso dispone de una escoba para recordarnos que si hacemos uso de esta instalación deberemos dejarla impecable para que puedan disfrutarla los que vengan después. Una autentica sensación de acogedor y confortable que pocas veces encontrareis en un refugio de montaña.

                         Salimos para retomar nuestro camino, desviándonos momentáneamente, continuando por la espalda del refugio, donde enseguida encontraremos este poste que nos indica la presencia de un castaño monumental (de monumento, aunque también pudiera ser de colosal). El castaño en cuestión es conocido como ‘El Abuelo’.
Antes, un grupo de pinos descomunales se hacen notar y reclaman su protagonismo. No soy muy amigo de estos árboles, ya que a partes de que soy alérgico/maniático a las puñeteras orugas que los parasitan en primavera – verano, dejan la superficies donde están totalmente acidas  lo que impide que crezca nada mas a su alrededor, y pasear por sus bosque es, al menos, incomodo y polvoriento. Me producen sensación de fatiga, aunque, al menos, el olor si me gusta.

           
         













          Llegamos al ‘Abuelo’, un castaño con mas de 400 años, 16 m. de diámetro, y una serie de características, incluida su historia, que podréis leer en un cartel informativo que ponen a nuestra disposición. Ya tenéis tarea, que lo queréis todo hecho

            ...Ciertamente es impresionante ver que de los restos originales sigue surgiendo vida cada año.            
   
       Subimos y volvemos al camino original donde los robles y otras especies se mezclan con los castaños.
            La imagen, mas que de primavera, parece invierno soleado.
  El puente, cruzándolo hacia la derecha, os encaminará a la zona de recreo de las Barrancas donde luego llegaremos, pero por el camino de vuelta.
Tendríamos que haber regresado por aquí, pero probamos un camino de vuelta mas directo, ya que por el que nos marcaba la senda se nos hacia muy enrevesado.
Por ahora seguimos de frente y el puentecillo solo para hacer fotos.



Toda esta serie de arroyos que iremos siguiendo, y en algunos casos cruzando, desaguan en el Alberche donde tenemos pendiente una ruta espectacular.


Mas castaños centenarios. 
           
     Esta magnifica pradera nos servirá de estancia para el bocata de la mañana. 
            Estamos llegando al final de la senda del castañar. Nada mas trasponer este cambio de rasante, un poste nos informará  de esta circunstancia. 
            
      
Para nosotros comienza el verdadero reto, ya que hasta coronar el alto del Mirlo, todo va a ser rampas y repechos prolongados, que se enlazaran unos con otros.            
     El carril que traíamos se estrechará poco a poco y en algún momento desaparecerá, pero no os preocupéis que es fácil seguir el rastro. El mejor ejemplo es que hoy os lo estoy contando, y si me hubiera perdido, hoy no estaríais disfrutando de mi virtuoso relato.
            Probablemente yo seguiría errante por los bosques de esta nuestra gran España, sobreviviendo a base de bayas y diversos frutos silvestres. Me dedicaría a la caza furtiva y construiría una cabaña, donde con el tiempo podría dedicarme a intentar reunir un rebaño hasta que un día en el horizonte pudiera divisar un barco que...
Creo que esto es de Robinsón Crusoe (Daniel Defoe), o de escuela de Robinsones (Julio Verne) y ya lo han escrito otros.
¡Si!, me da que si. Así que voy a seguir con el camino que nos llevará al Mirlo.
             

   Mucho ganado suelto en el camino.
            Tengo unas pocas fotos de Esther huyendo de estos bichos, pero no voy a ponerlas para que no se enfade conmigo.
           
        No tengáis miedo, ellas solas se apartan. Eso si, no empecéis ha hacerles gracietas o golpearlas, que siempre hay algún macho y puede ponerse nervioso.
            No he podido resistirme, Esther es la que va por el monte a la derecha de la imagen. Si llega a moverse la vaca, estoy convencido que hubiera seguido como tarzán, saltando de árbol en árbol.
                       
              No creo que en verano estos arroyos lleven caudal, pero hoy encontramos mucho agua, casi toda de deshielo como luego podréis comprobar.
Seguimos ascendiendo buscando la sierra.
           
     


     Y... seguimos ascendiendo??

El bosque va desapareciendo y el camino empieza a ser senda.
            Como veis, detrás del arroyo, no se aprecia que el camino este pisado. En estas fechas, pocos senderistas se han aventurado a realizar el recorrido, por lo que la vegetación ha recuperado sus dominios.
            ¡Sin problema! Con solo alzar la vista, encontráis enseguida rastros del trazado. Lo que si deberéis hacer es cruzar este arroyito...
...para enfrentaros a esta rampa, que es tal y como la veis en la foto. Corta pero ‘jod..a’ como ella sola...
¡Animo! Que se acaba enseguida.
Eso si, de que manera se acaba... es otra cuestión.
            
       Últimos castaños que veremos en nuestro camino de hoy.

 En esta parte, el camino ha desaparecido completamente.   Esta pradera no tiene marcas de referencia, pero no es difícil orientarse.


 



Rumbo sur, y sin perdida hacia el único trecho marcado en el monte que tendréis de frente
           
Vista atrás para despedirnos de la parte amable de la  ruta de hoy.
...Porque desembocamos en un cortafuego de esos que cuando estas abajo piensas en darte la vuelta.
            Menos mal que el trazado no lo he hecho yo, porque si no hoy me crujen.
            Esta parte convierte el itinerario de paseo en pesadilla. No es por desanimar, pero desde este punto hasta la subida al pico de Casillas o alto del Mirlo, durante un par de Km. mas o menos, empleamos casi un tercio del tiempo que tardamos en hacer el camino de hoy. Las rampas son tan pronunciadas, que hemos decidido que la dificultad de esta ruta la catalogaremos como media, y casi mejor media-alta. Nuestras rutas son para gente con poca exigencia física, pero esta nos a parecido que debéis considerarla para gente con algo de fondo, porque si no, no subirán al vértice.
            
        Evidentemente, desde el principio, el grupo se fragmento y cada uno adopto el ritmo que mejor se adaptaba a su condición
           
En este punto, aun no hemos recorrido ni la mitad.
            Un consejo que puedo ofreceros, como siempre en estos casos, es pasos cortos y continuos con ritmo constante.
            Realizad las paradas necesarias, pero las menos y lo mas cortas posibles para no enfriaros. Es mas importante el ritmo, aunque lento, que la velocidad. Ya llegareis.
            ...Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, aprovechad las vistas, ya que si no sois miopes como yo, se ven hasta las 4 torres de Madrid
            

           Un alto en la pradera de la ladera, casi a mitad de recorrido hacia el alto.
           




         Los primeros neveros comienzan a salirnos al paso, y nosotros aprovechamos para pisarlos que es lo que se hace cada vez que uno ve nieve lisita y pura.
            Justo donde el camino hace horizonte, nos desviamos a la izquierda para continuar la subida.
En este punto podéis decidir no subir ya que es la parte mas dura, aunque es mas corta que el tramo de rampa que ya hemos recorrido.
Si seguís de frente os encaminareis hacia el pozo de nieve y salvo alguna pequeña rampa que otra, comienza el camino cuesta abajo.
Pero nosotros, tras alguna que otra duda, decidimos que ya que es difícil que volvamos, porque en España hay mucho que andar todavía, y ya que estamos aquí, pues ¡hala! para arriba.
Acordaos de este sitio porque es genial para comer. Haced vuestros planes con esta parada como obligada y luego os cuento porque.
            Imagen del camino de vuelta. El repecho del final empieza a preocuparme bastante...
            Ya veremos como acaba la cosa.
            Tal y como os decía, seguía con el palpito de que algo no iba a ir bien, y esta imagen parecía que quería darme la razón
De nuevo la subida nos separo por grupos.
            No es por ser pesado, pero reitero lo del ritmo. Los mas lentos no penséis que se os abandona, es solo que cada uno lleva un paso de marcha de subida y hay que respetarlo. Eso si, ¡Reclamad el mismo tiempo de descanso que el resto!, ya que lo típico es que cuando llegáis a la altura de los mas rápidos, estos deciden que hay que emprender la marcha de nuevo, y esto te da unas ganas de despabilar a mas de uno a base de guantazos que...
                     Un buitre negro, y lamento que el objetivo no de para mas para que podáis apreciarlo
            ...Y un buitre leonado, volando por debajo de nuestra cota.
           
   
          Mas vallas en el campo.
Cuando lleguéis aquí os faltará el resuello, pero no os preocupéis... aún hay mas. Girad a la izquierda y ¡hala!, a seguir.
            El ultimo repecho.
            Agachad la cabeza, miraos los pies como son capaces de seguir uno delante del otro, armaos de paciencia y sin daros cuenta, estaréis arriba. Esto es como el vértigo, pero en lugar de no mirar abajo, en estas situaciones no miréis lo que queda. Como los problemas que han de resolverse uno a uno, ocupaos del siguiente paso y no os dejéis intimidar por el conjunto de ellos.
            
           Y por fin llegamos. Alex el primero como siempre.
Alto del Mirlo 1768 m.. También llamado el Travies o Pico de Casillas, en la Sierra de Gredos que a su vez forma parte del Sistema Central.
La ladera de la parte suroeste, pertenece a Madrid, pero el vértice esta situado en la provincia de Avila.
            Entre Alberto y el vértice, el pantano del Burguillo.


Ya que estamos arriba os diré que os lo penséis. Cuidado con los gemelos y no me refiero a Marco y Alex que son mellizos. Si no estáis un poco en forma, sufrir un tirón aquí puede ser letal, ya que estamos al 50% de la ruta y volver a la pata coja se os va a hacer muy largo.
Los músculos de la pantorrilla van a trabajar muy forzados porque, como habéis visto en alguna de las fotos, parte de las rampas tienen un ángulo tan pronunciado que el estiramiento de los susodichos músculos es considerable.
            

          Nos vamos dando la vuelta que es hora de comer. Detrás de estos guapos, el pueblo de Casillas.

  Bajamos mas relajados, pero ahora cuidado con las rodillas que son las que mas sufren en estos trazados.
           

               Marco, que me echo de menos en la subida, y al que no escuchaba por culpa del viento.
           
Por fin comemos en la piedra que os decía.
            Es un autentico sofá con asiento y respaldo, y además calentito por el sol. No lo dejéis escapar, que no encontrareis muchos lugares tan cómodos como este en mitad del campo
            Nos encaminamos hacia el ultimo tercio del recorrido, pero aún pararemos en un par de sitios.
            Por ahora marcharemos por el cortafuegos que aunque parece incomodo por la piedra suelta, es fácil de pisar y esta relativamente limpio.
Si os fijáis, desde que comenzamos la subida, no hemos podido encontrar ni una sombra por lo que, en absoluto, os recomiendo este tramo en verano.
            Un último vistazo a la cuestecita que hemos ‘disfrutado’ y las vistas que vamos dejando atrás. Casi todo el horizonte que disfrutáis es de Madrid.
             
            Un topillo poco activo... Muy poco activo
                        Nos vamos acercando a la siguiente parada.
            El trayecto, ahora, es mas distendido y por fin podemos ir charlando.
            Yo sigo pensando en la cuesta que presenta el cortafuegos, y que os comentaba anteriormente
            En este punto nos unimos a la ruta que parte de ‘Las Barrancas’ y que como veis finaliza aquí.
            También es en este momento cuando nos desviamos para visitar el depósito de nieve.
          

          Aunque da un pequeño rodeo, un senderito nos llevara hasta el
            Totalmente reconstruido, os contara de un oficio desaparecido, pero que en su tiempo tuvo mucha importancia para todos aquellos a los que les guste tomarse una cervecita después de esta caminata.
           
         Esquema de la construcción.
            
        En el edificio encontrareis un cartel explicativo, tanto del edificio, como de las practicas que en el se llevaban a cabo. Incluso os dará una idea de la relación de pecios. ¡Cosa curiosa de ver!
          
  El pozo de nieve se compone de 2 partes diferenciadas;
-          El pozo en sí
 
 Cuidado con caerse...
-         
            

        Y el refugio. Bastante bien cuidado, con varios tragaluces para que durante el día tengamos luz suficiente.
También tiene buena pinta para pasar un par de noches.
            Salimos y lo primero que veo es la cuesta que amenaza con ser el camino de vuelta.
            Es casi preferible darnos la vuelta y desandar lo andado, pero creo que el grupo esta mas bien por la labor de hacer un sacrificio humano a los dioses y yo tengo varias papeletas para ser el centro de la fiesta.
...Y es que los GPS como el mío, no son muy claros y por tanto precisos, pero echarle la culpa a la maquinita no tranquiliza a las fieras.
            

        Cruzamos esta hermosa pradera con su Rubicón incluido para enfrentarnos a nuestro destino
            ¡Alea iacta est!
           
        Y cuando ya les tenía a todos acongojados (creo que se me ha descabalado alguna silaba)...
            Nos vamos de frente que es cuesta abajo y además es el camino correcto.
Lo de la cuesta mola para meter miedo, pero ya esta bien de coñas que la gente esta cansada de tanta subidita.
           

           ¿Serán Silvestres?
            
           Próximo punto de parada un nuevo refugio con corral y fuente, y que no creo estar muy equivocado si os digo que creo que sigue en uso.
Dispone de fuente potable, pero como siempre os digo, mejor llenad las cantimploras y no bebáis de los caños.


La parte del refugio esta bastante bien acondicionada, pero los del ultimo botellón olvidaron llevarse algún que otro resto. Aún así, es totalmente operativo para pasar algún día o resguardarse de alguna inclemencia imprevista.
           
           Ultima foto al alto que tanto nos hecho sudar esta mañana, pero que, a la vez, nos deja un poso de conquista.
            No es que nos hayamos diplomado en escalada alpina mas, bien cierto es, que nosotros  ya lo hemos subido y tachado de nuestra lista de pendientes.
            Ahora les toca a otros que ya nos contaran que tal les fue.
            Nos despedimos, también, de estas hermosas vistas de praderas verdes....



                 ...Y bajamos hacia los pinares.
           
  
               Esta parte, que debería ser la mas fácil, es la mas enrevesada si te dedicas a seguir los postes que la señalizan.
            En este punto, evidentemente debéis girar a la derecha.
En este otro, nos manda de nuevo a la derecha, entre los pinos.
El poste que veis indica ruta equivocada. No se donde nos llevarán las rodadas de enfrente


 Nosotros nos vamos por el que indican los palotes a ver donde nos encamina.
            La estaca de la derecha dice que por ahí no.
            El camino a nuestra espalda dice que tampoco. Por la estaca de la izquierda esta nuestro destino.
Hay que cruzar este camino, e ir por la pradera hacia la arboleda.
...Pero creo que el camino a nuestra espalda, según la foto anterior, os llevara a las Barrancas por una pista menos arbolada pero mas sencilla.
            

            Seguimos en busca de la estaca escondida para seguir el rumbo correcto.
            Y de nuevo nos reencontramos con un sendero mas trillado que desemboca en ‘Las Barrancas’
            Nueva zona de recreo con mesas para comer y un pequeño parking

            De esta zona parten nuevas rutas, como la del Pozo de nieve que traemos de vuelta, y algún que otro paseo similar.
            Realmente, nuestra ruta original no tenía que habernos traído hasta aquí, pero después de la paliza del día, esta alternativa es más cómoda, y aunque hacemos algún metro de mas, es lisa y llana
           
            

           Desembocamos en el puente que cruzábamos esta mañana con el coche y que nos da acceso a la zona de parking.
           
...Que tal y como os comente al principio, esta repleta de coches y de gente disfrutando de la barbacoa y del día tan genial que nos ha acompañado.
            Como seguía con el sentimiento de desasosiego pensando que algo no me cuadraba en la salida de hoy, y visto el buen resultado final, opte por pensar que sería el cambio de tiempo el que me afectaba, (esto y el estomago revuelto es lo mas socorrido para esas sensaciones indescriptibles que te mortifican un día sin saber a que se debe).
            ...Y como nos hemos portado bien, después de un refresco en El Tiemblo, nos fuimos a visitar los toros de Guisando que están al lado. Un ancestral monumento del que todo el mundo ha oído hablar, y pocos saben donde se encuentran.
            Resumen de la ruta... Hay que venir, ¡y ya esta!. Ahorrad para el peaje si lo hacéis en Otoño porque merece la pena, y evitad el verano si queréis subir al Mirlo.

Por nuestra parte, intentaremos visitar algún que otro castañar en otoño, pero donde no nos cobre derecho de pernada ningún ayuntamiento. Este ya lo hemos pisado.
Es cierto que el castañar del Tiemblo merece los halagos que le prodigan, pero, en mi opinión es excesivo que todo el mundo se apunte al carro de cobrar por todo, y mas por visitar el campo.
Lo dicho... Nos vemos en el camino