sábado, 12 de julio de 2014

140712 San Rafael - Cueva Valiente – Cerro Salamanca – Cabeza Lijar

140712 San Rafael - Cueva Valiente – Cerro Salamanca – Cabeza Lijar
          
            Si por un casual, en alguna de las rutas que publico, os topáis con un comentario parecido a “nosotros ya la hemos hecho”, leed entrelineas que ni nos ha gustado ni tenemos la mas mínima intención de volver a recorrerla.
            Aviso antes de comenzar el relato y, ya si eso..., decidid si continuáis leyendo, y sobre todo planteaos que para los senderistas amateur (o domingueros que siempre se entiende mejor), la recompensa que (seamos sinceros) no es escasa, no merece el esfuerzo invertido. Y cuando digo esfuerzo, quiero decir que deberéis asumir que es mas que probable sufrir. Y cuando digo sufrir no me refiero a flojera de ánimo, que también, sino por la posibilidad presente en todo momento de padecer algún deterioro. Y cuando digo deterioro pensad en quebranto físico y en desgaste mental. Y cuando digo, digo, ya no digo más
            
         Que si lo que queréis es hacer ejercicio y sudar un rato, (a veces simplemente se trata de eso), es mejor apuntarse a una clase de spinning, donde seguro que el máximo lance que tendréis será la de aspirar la ventosidad de algún compadre de recinto que aún siendo factor de apuro, es infinitamente más asumible que las torrenteras que componen este recorrido.
            Y es que esta ruta..., nosotros ya la hemos hecho.
            Sacamos la ruta de internet, (omito la pagina que no quiero crear polémicas porque lo mío solo es una opinión) donde afloran multitud de trotamundos que aunque hayan muerto en el intento, se empeñan en demostrar que hay otras vías posibles. Es probable que me haya confundido de foro, todo es posible, pero del que he rescatado el recorrido da cabida tanto a avezados montañeros, como a familias de taper con tortilla, filete de pollo  y sangría Don Simón. Es decir, a toda la pluralidad urbana y rural que puede permitirse salir al campo el finde.
            

        Definir como fácil esta ruta, es como contemplar a Arguiñano cocinando. ¡Que sencillo lo hace, que poco cacharro usa y que limpio lo deja todo!
...
...
...
¡Un huevo de pato! Ni lo de Don Carlos puede ser verdad, ni esta ruta es fácil.
Todo lo contrario. Prácticamente el camino que hemos llevado durante mas de la mitad del recorrido, sobre todo las subidas, discurre por torrenteras, y cauces secos de arroyos con un tránsito nada apto para tobillos frágiles ni rodillas delicadas.
Estoy convencido de que hasta las cabras alpinas tratan de evitar pasar por aquí por miedo a sufrir esguinces o dislocaciones tobilleriles.
            Poco voy a extenderme sobre esta ruta que no vamos a recomendar. No por la zona que, en general, tiene su atractivo, y donde hemos podido comprobar la existencia de pistas que os pueden acercar a los mismos puntos sin alardes de ardor guerrero ni de penitencia montañera. Lo que ocurre es que a veces, tratar de buscar nuevos caminos para fardar de aventureros, no implica obligatoriamente compartir hasta los mas inviables..., Y si lo haces, por lo menos pon una advertencia de exclusivo para masocas o jackass (que es como el masoca de siempre pero en versión era digital).
            Por si vuestra conducta estándar os engloba dentro de esta ultima categoría, os diré que para llegar hasta aquí, y si como nosotros salís de Madrid, debéis tomar la Nacional VI, sin entrar en la de peaje, y llegar justo a San Rafael, población perteneciente a El Espinar en Segovia. La ruta comienza en la primera calle. Osease, acaba el bosque, hay una calle y San Rafael.
Pues esa calle es, la C/ Arroyo Mayor. Esta foto mira hacia la nacional, así que...
...daos la vuelta y comenzad a andar.
            Cualquiera de las dos opciones es valida. Nosotros elegimos camino, pero el asfalto es el trayecto donde desembocaremos mas adelante.
            

           Bordearemos una linea de parcelas con chalet, de esos de “valiente casa tiene el h.p.” (Léase humano pudiente)


      ...Tras caminar durante unos 500 m. y después de girar unos 180º, nos desviamos al monte que para eso hemos venido y además es a lo que nos dedicamos.
           

     Traspasamos la cancela.
Acordaos de volver a cerrarla para que el ganado no escape.
           





         Como podréis apreciar, al fondo del camino se vislumbra un claro. Si giráis hacia la derecha en esa praderita, podréis visitar la casa-escenario de la película el Laberinto del Fauno.


      Siguiendo ruta, iremos girando hacia la montaña, que en este caso esta orientada al SurOeste.





...Y rápidamente comenzamos a sospechar que este no es precisamente un camino de rosas


...O si, si por donde pisas es por la parte de las espinas.





     A partir de aquí os pongo imágenes y me entenderéis mejor.





Intentar caminar en paralelo es imposible por la vegetación, lo irregular del terreno y la poca visibilidad de un suelo lleno de trampas.



       Llegamos a un cerrete donde pensamos que ya paso lo peor.
Como curiosidad, en este punto más o menos, pasamos de Segovia a Ávila.
   
     Si volvéis la cara hacia la derecha (oeste, acordaos que estamos dirección Sur).... veréis que hasta llegar a lo alto nos queda un buen trozo del mismo menú que estamos degustando
                     Esta toma corresponde a 'La Mujer Muerta y Montón de Trigo'. Al menos las vistas nos reconfortan algo de la penuria que estamos padeciendo.
Nueva mirada a Cueva Valiente y aumenta nuestra desesperación, porque lo que queda no mejora lo que hemos andado. De hecho, mi santa esposa, la simpar Ita, ya amenazaba con abandonar.
          
  


      Y es que no es para menos. Nosotros queremos disfrutar el camino, no sufrirlo
           
            Una vista del peaje de la A-6 en San Rafael y de la llanura segoviana aunque, como os decía, desde hace un ratos pisamos terreno abulense.
            

       Continuamos nuestro particular viacrucis del día de hoy.
           













           Nos acercamos a nuestro primer objetivo.
Cueva Valiente (1.903 m.)
Situada en la Sierra de Guadarrama, en la localidad de San Rafael del municipio de El Espinar (Segovia), aunque su cima esta en Peguerinos, en Ávila. Hay un refugio y restos de construcciones de la guerra civil.


















     Los dos claros que se ven en el centro de la foto son los cerretes desde donde mirábamos a la cumbre pensando en darnos la vuelta y disfrutar del día con pelis y palomitas, pero ya que estamos por aquí...
A ver, si no, quien os cuenta luego que esta ruta es mejor no hacerla y disfrutar de las palomitas es mejor opción.
           
          Por cierto, que esta mañana ya habían hecho cumbre otros seres vivos y, por lo que parece, sin quejarse tanto como nosotros.
           
            El embalse de La Aceña y Peguerinos a la derecha del embalse
            Como anticipábamos hace un rato, llegar aquí merece la pena, pero no por donde arribamos nosotros. Hay otros caminos mas fáciles, divertidos y que favorecen el disfrute del senderismo. Buscad que las opciones son bastantes.
¡En alguna nos teníamos que equivocar los sabios para demostraros que somos humanos!
Sigamos camino... Rebasando el refugio, sale este carril que desemboca en una antigua pista asfaltada, y que suponemos, llega a Peguerinos
Vamos a recorrerla durante unos 600-650 m hasta que lleguemos al collado que os muestro y donde nos encaminaremos nuevamente hacia arriba.
No se percibe muy bien, pero hacia la izquierda del carril asfaltado sale un sendero que pronto se ensancha, y que discurre por la parte mas amena de esta ruta, en cuanto a pisotear  patria se refiere.
           




 





             ¿Observatorio de aves o puesto de tiro?
            


           Llegamos al Collado de Hornillos, que cruzaremos y donde se nos acabará lo bueno.
           
             Al menos en esta parte del camino hemos podido disfrutar de la mañana, y recobrar ánimos.
Aunque mas pronto que tarde, se nos aflojaría de nuevo el brío al verificar que esta ruta no es lo que esperábamos. 
¿Que preferís, derecha o izquierda?
...Pues nosotros tiramos de rumbo y comenzamos a subir en zig-zag por la parte mas suave que encontrábamos en cada momento. Hasta el forro escrotal acabamos de piedrecitas, torrenteras, canchales,  pedregales y cantizales.
En la foto, a la derecha, Cueva Valiente, y a continuación  el cerro cuya cumbre hemos rodeamos por detrás y que posteriormente hemos descendido (mas o menos) por el centro de la imagen,  hasta llegara el Collado
           
 
        Por fin, algo parecido a una trocha.
           

           Lamentablemente, a estas altura de nuestro periplo, es innecesaria. En el horizonte se vislumbra el techo del refugio que culmina este Cerro de la Salamanca.
            Vista atras donde podemos ver el alto de Peñas Blancas, y por donde pasan varias rutas que deberemos explorar para intentar recuperarle el cariño a la zona.
           
 


      Cerro de La Salamanca (1.785 m.)
           
        Refugio La Salamanca en la cumbre del cero del mismo nombre.
            Para una emergencia, aún puede prestar servicio, pero yo no me aventuraría a pasar la noche dentro.
            El tejado está totalmente destruido, imaginamos que por errores de diseño, falta de mantenimiento, o fallos estructurales. Evidentemente el peso de las nevadas invernales deben haber jugado un papel principal, pero la teoría que nos planteamos, es que precisamente debería haberse construido con ese objetivo, no...??  Aún así, la cubierta de viguetas y bovedillas, en la parte inferior del tejado, resiste y cumple con el objetivo de resguardarnos de un chaparrón. No sé si el peso de la nieve conseguirá que resista muchos inviernos mas.
           



               El caso es que, después de las fotos, traspasamos el refugio para allegarnos al siguiente punto.
           
            Afortunadamente, el camino que nos queda ya es por trochas y veredas mejor adaptadas al paso del hombre favoreciendo la evolución, y no la involución de la especie.
            Al fondo se ve nuestra ultima cumbre del día, Cabeza Lijar, pero antes bajaremos para atravesar el Collado de la Cierva o también llamado de la Mina.
            Cuando te mira un torete, como este, fijamente... ¿cómo distingues si ve una pareja paseando, o un riesgo potencial para su existencia y está planeando arrancarse cual morlaco citado por el pertinente toreador de turno?
            Digo toreador porque la palabra torero parece conferir una categoría al individuo que ejecuta la faena (y nunca mejor dicho; faena, sobre todo para el toro), que no merece. Eso de desangrar animales para el regocijo de... ¿gente? ...No se cómo definir al público que disfruta de la agonía de animales, por mucha tradición cultural que disfrace 'la faena'.
           

            ...Y aunque nos encontramos con mucha piedra suelta, subir no se nos va a complicar en exceso.
            Nueva vista atrás
           
         A La derecha Cueva Valiente, y a la izquierda el cerro La Salamanca
            Otro habitante de la sierra que como siempre os recomendamos respetar. Por mucha manía que se las tenga, os aseguro que el beneficio que dan, compensa de sobra la mala fama atribuida.
           
 
    Arriba el antiguo bunker de la guerra civil reconvertido en refugio y mirador en la parte superior.
Cabeza Lijar (1.822 m.)
            
       En la sierra de Guadarrama. Este pico hace frontera de tres provincias. La mitad esta en Madrid, el cuarto noroeste en Segovia y el cuarto Suroeste en Avila.
           
 
      Hay una mina de wolframio cuya defensa estratégica paralizo el avance nacionalista de la guerra sobre la capital. De ello dan fe una multitud de construcciones defensivas de la guerra civil sembrando la falda de este monte




        El embalse de La Jarosa.
           
       Una magnifica descripción de la panorámica
            Cabeza de Lijar, los orígenes del montañismo. A finales del siglo XIX, un grupo de alemanes que residían en Madrid, aficionados a la montaña, comenzaron a  practicarlo en esta zona. En España, que bastante teníamos con atravesar montes en busca de sustento o huyendo de los guardias, veíamos esta afición como una extravagancia digna de extranjeros ociosos, pero en poco tiempo pasó a convertirse en proyecto educativo de la Institución Libre de Enseñanza y se empiezan a organizar excursiones por estas sierras. Ambos grupos de alemanes y españoles, coincidían a menudo en las fondas de la zona o en El Paular, lo que dio origen al grupo de los doce, que a su vez origino la creación de la Sociedad Española de Alpinismo de Guadarrama.



           Y nos vamos siguiendo las marcas del GR 88 (creo)


Y aunque volvemos a la piedra suelta y al suelo accidentado, al menos es mas transitable que los inicios matutinos.
           
          Mas paisaje que anima a volver pero con espíritu mas  vagabundo y menos marcial.
           

          Llegamos al Collado de la Gasca, donde giraremos a la izquierda hasta encontrar un sendero que nos llevara de vuelta a nuestro punto de partida


Este trozo lo haréis a base de orientación, pero pronto daréis con el sendero.
           
 

        Básicamente hay que caminar en paralelo al arroyo, y desembocaremos sin problema en este camino
            Vista de Cueva valiente, Y La salamanca. No he conseguido saber el nombre del monte de en medio



           Salimos del recreo pecuario
           
 


         Apenas 500 m. nos quedan para terminar una ruta que se nos ha hecho larga.
           
        Por fin terminamos con este recorrido que, si bien, es digno de visitar, es mejor hacerlo por senderos y pistas mas adecuados para el transito.
            Buscad que seguro que pronto, alguien mas sensato, habrá sido lo suficientemente lucido para indicar caminos mas asequibles.
            Nuestra recomendación es que no hagáis esta ruta si como nosotros, soléis salir en plan familiar. Pero por otro lado, nuestro consejo es que la zona es espectacular en cuanto a vistas y situación, y por tanto, le hagáis un hueco en vuestros planes.
Para terminar, un saludo al individuo que no hacia amas que merodear al lado del coche cuando llegamos, y que nos da la sensación de que era el desconfiado vecino de una de estas propiedades. Si venís por aquí, dadle recuerdos de nuestra parte.
            Nos vemos en el camino