martes, 3 de septiembre de 2013

03/09/2013 Estrechos del rio Ebron (El Cuervo)

03/09/2013 Estrechos del rio Ebron (El Cuervo)
       
           Teruel también sigue exisitendo, pero sigue estando un poco lejos.
 ...Y aún estando apartado de nuestro entorno natural (por cercano), tiene muchos parajes escondidos que, afortunadamente gente como nosotros,  nos descubre para que podamos disfrutarlos.         
               Los estrechos del Ebron, entre los puebles de El Cuervo y Tormon, es uno de esos lugares poco promocionados, pero que en las listas de rutas pendientes, debéis anotar y empeñaros en recorrer porque merece la pena.
Tiene un poco de todo, pero sobre todo es divertida y fácil, pese a que yo, como siempre timorato de mi, la calificare de dificultad media ya que algunos pasos son delicados para los niños.
...Aunque siempre me demuestran que están más ágiles que yo y salvo algún que otro vértigo, tenemos mas miedo nosotros que ellos.
Esta ruta, que descubrimos por casualidad navegando en la internete, la hemos visto comentada con una longitud en torno a los 17,5 Km. Pero mi GPS, que no miente y del cual me fío ya que siempre me devuelve a casa, marcó un total de 21,4 Km, por lo que calculad esta distancia, que a nosotros casi nos deja sin apartamento en Teruel el cálculo inicial

Lo del apartamento luego os lo cuento si tengo un rato.
Vista inversa. Se llega desde el fondo hacia nosotros
El inicio de la ruta esta en el mismo pueblo de ‘El Cuervo’,  ...y no hace falta atravesarlo entero como hicimos nosotros.
Cuando lleguéis al pueblo, justo en la entrada del mismo, la carretera se desvía hacia la derecha, llegando a una zona de recreo donde podréis aparcar tranquilamente y posteriormente, a la vuelta sentaros en la terracita que hay para poder tomar algo refrescante después del esfuerzo.
Pedazo de terraza... Cerrada!!!
Esto último lo pongo por hacerle publicidad a los gerentes del bar responsable de la terracita y animarles a considerar que primeros de Septiembre también es vacaciones y hace calor, porque lo cierto es que después de la panzada que nos pegamos andando, al llegar de vuelta, la terracita estaba tan cerrada como cuando la vimos a primera hora de la mañana, y sin visos de tener intención de abrir hasta el año que viene. O el fin de semana, que también puede ser...
¡Al lío! Nos presentamos aquí un martes y salvo unas simpáticas señoras del pueblo y un par de parejas, no nos cruzamos con nadie mas durante el resto del día.
Partimos del cartel que os pongo en la foto inicial. Desde aquí, tenéis dos opciones para comenzar la ruta; La primera siguiendo hacia la izquierda del cartel a nuestra espalda, y la segunda, que alarga la ruta en 1 Km. mas o menos, empieza recorriendo la senda botánica y que principia cruzando el puente mas a nuestra espalda.
Personalmente utilizamos esta variante y resulto bastante amena.
          Hay varios carteles explicativos de la flora autóctona, y sobre todo muchos frutales de diversa catadura que a los urbanitas de la capital, como nosotros, nos viene al pelo para explicarles a los nanos que las uvas no se crían en la puerta del Sol en diciembre, y las manzanas no siempre están en packs de a 6 Uds.         
         
          El sendero nos llevara a una acequia utilizada para el riego de todas las huertas que iremos atravesando y nos acerca a una piscifactoría en la que no vimos actividad ni humana ni animal.
         Puede ser por la temporada, ya que las noticias que tenemos es que esta operativa actualmente. Creemos que se especializa en la cría de truchas.

           

          Cruzamos el puente que se aprecia y nos encaminamos al último tramo de la senda botánica

            Intentamos encontrar un trébol de 4 hojas, pero como la suerte no es lo nuestro, tampoco le dedicamos mas tiempo del necesario. Además, seguro que si lo encontramos, alguien reclamara derechos de autor, o copyright, o se habrá pasado al lado oscura de la fuera o lo que quiera que sea que nos hará lamentar haberlo encontrado.
             

                Esta vega nos anuncia el final de esta fértil huerta y la proximidad del inicio real de la ruta que os queremos mostrar.
           

               Si giráis a la izquierda en este punto volveréis al pueblo, así que seguimos de frente, por un tramo de pista cementada, que es a lo que venimos.
En el punto señalado giramos a la derecha.
El recorrido de esta zona, no os va a plantear problemas de orientación. Toda la ruta estará marcada por carteles que señalizan claramente la dirección que debemos seguir. Además, los tramos en que no podáis guiaros por ellos, son muy intuitivos y será muy difícil que os podáis perder.
No se a quien, pero debo agradecer que esta ruta haya sido marcada para disfrutar de ella sin sufrimientos, lo que hace que todo el grupo, incluido el guía (pobrecico mío), pueda recrearse con el paseo.
            El camino que llevamos en este momento es una pista que nos acerca a un merendero. Ojo que hay movimiento de vehículos, y aunque solo hay sitio para uno, el tráfico es en las dos direcciones.         
           No se aprecia pero el camino esta inundado al fondo, y, o te quitas las botas, o vuelas con las orejas para no mojarte los pies, ya que el caudal de la torrentera que lo atraviesa hoy es muy profuso.
              Como esto debe ser muy habitual, han habilitado este puente con pasamanos, de manufactura artesanal, que rodea la zona afectada y nos lleva a seguir la ruta sin tener que probar si nuestros apéndices auditivos serán suficientemente virtuosos para generar el sustento necesario destinado a convertir en ingrávido nuestro cuerpo mochilero y volar cual grácil colibrí.
            Llegamos al merendero y aprovechamos para desayunar que con el airecito que corre y la sombrita, se esta muy bien.
            La verdadera ruta aventurera comienza aquí. De hecho, el tráfico de coches que podéis encontrar llega hasta esta zona, donde la pista se convertirá en sendero y empieza la parte divertida.
             

          Un par de carteles indicativos y otro explicativo, os darán nuevos conocimientos de las ancestrales costumbres de la zona.

             Nos vamos siguiendo los inicios de la acequia que esta mañana veíamos en la senda botánica, y muy pronto empezamos a descubrir las atracciones del camino.
            Una primera escalera ya nos indica que los señores de ‘El Cuervo’ saben hacer las cosas y  pretenden que esta zona sea visitada con alegría y sosiego por familias como la mía.
             
       No voy a hacer alegatos ni a favor, ni en contra del senderismo mas purista, pero como a mi me mola este tipo de accesorios en las rutas, las seguiré defendiendo y, por supuesto, disfrutando.
Escaleras con pasamanos incluidas nos van a dar seguridad para los puntos mas complicados, en caso de que la piedra este húmeda o se presente algún tipo de inconveniente..
            Ojo que también tendréis pasos con cierta dificultad.             

 
                 Comenzamos a tener el rio a mano. Las señoras del pueblo con las que nos cruzamos nos dijeron que se puede beber tranquilamente de estas aguas, y lo cierto es que de tan claras, parece que mas puras no pueden ser, pero yo sigo con mis manías y recomiendo usarse solo en casos de extrema necesidad.
El cruce de puentes será constante. Unos consistirán en pasarelas como esta y otros serán puentes de madera en condiciones. Como es natural, dependerá del grado de dificultad y la altura a la que nos encontremos del agua. Por supuesto también de la profundidad de esta última.
Todo este tramo, hasta nuevo aviso, lo realizaremos por una senda única. No hay posibilidad de perderse porque solo encontrareis esta vereda que discurre paralela al rio serpenteando con el y cruzándolo de orilla a orilla cada pocos pasos.
Nos adentramos en el cañón. En algunos puntos veréis indicaciones de la existencia de miradores, 
 


...pero nos apartan del recorrido ya que están en la orilla opuesta y nosotros vamos controlando el tiempo que antes de las 17:30 tenemos que estar en Teruel. Si hay tiempo, a la vuelta, probaremos a subir a alguno de ellos.




Comenzamos a subir, pero de manera suave...


¡Cuidado con las cabezas!




...Y ahora volvemos a bajar....
      Comenzamos el tramo que discurre junto al rio. De hecho, mas junto al rio, imposible.


     ¡Lastima de tiempo! (el que envejece, no el climatológico), porque en esta zona hemos visto que la gente se baña, y nos hubiera encantado parar un buen rato a chapotear por aquí.
Supongo que el agua estará fría, pero como somos gente de sierra, no nos daría mucha pereza.
Mas aventura para los nanos que es de lo que se trata en realidad.
Si resbalas, andarás un rato con los pies fresquitos...





Esta es una poza engañosa. Aparenta cubrir poco, pero como dicen en la piscina, ¡Ojo! Que cubre...

Lastima que no se aprecie en la fotografía lo apetecible de un baño en estas aguas.
Al final de la pasarela anterior, hay un punto en el que se puede saltar desde unos 3 metros que a mas de uno le haría feliz.



      A partir de este puente vamos a ir cambiando de paisaje, abandonamos el cañón para allegarnos a tierras mas abiertas.








Donde predominaran mas las subidas.



Una ultima bajada, y tal vez la mas complicada donde, esta vez si, hay que vigilar a los nanos.
Si se sueltan, el costalazo puede ser importante.


Cruzamos el rio por ultima vez...

...y desembocamos en un falso valle que dirige a la parte elevada del cañón.
En este punto os hago una pequeña recomendación; Desde este momento iremos por la parte alta de la sierra, y salvo algunas zonas de pinares, vamos a ir en descubierto, por lo que esta parte no os la aconsejo en pleno verano. Estaremos muy apartados del agua y refrescarse va a ser muy complicado hasta que lléguenos al final del cañón y comencemos la vuelta.

Ya os indicare donde, pero la vuelta también tiene un tramo bastante pelado, así que aunque luego os lo detallare, acordaos de coger agua en la zona del molino, si habéis agotado las cantimploras (a mi personalmente no me gusta arriesgarme con el agua pura de las sierras) porque luego no habrá posibilidades de hidratarse durante un buen rato.
...También comenzamos a subir bastante, aunque son rampas asequibles y no muy largas
Las vistas desde aquí comienzan a ser muy vistosas, aunque lo mejor llegara después.
Una vista atrás del camino que hemos recorrido, siempre a media ladera, en esta zona.
Verde ida / Rojo vuelta


    Si bien esta foto es de la vuelta, os la pongo porque este es uno de los pocos puntos conflictivos que podréis encontrar.
Hay un cartel indicativo, a la ida (y a la vuelta. ¡Que tontería!) que veis aquí entre los nanos. Vendremos de la derecha y seguiremos de frente. Es decir, hacia la izquierda de la foto para tomar la curva a derechas (camino verde), donde comenzareis otro pequeño repecho. Ita esta situada, en la foto, en el sendero de vuelta (color rojo). Estad atentos que no aviso mas.

Estamos cerca ya del puente natural, al que se puede llegar por la parte de abajo del rio, pero que te aparta de la ruta. Nosotros seguimos nuestro camino.
Aunque parezca una foto sin mucho contenido, cuando lleguéis veréis la altura del cañón.
Ojo con los mas pequeños porque esta zona, aunque veáis el cordón, tiene riesgo.
Realmente el cable tiene un propósito anti-vértigo, pero os recomiendo que no hagáis mucha fuerza sobre el.
...Y aunque abajo veréis que discurre el rio, no os tiréis. No cubre. Es tontería. Cuando lleguéis abajo no podréis nadar, y después de haber caído durante 50 m. que no se pueda dar unas brazadas es una faena.



     No es la mejor hora para hacerle una foto al puente natural, pero os lo pongo para que veáis que existe. En otras paginas descubrireis que es bastante vistoso y, si por casualidad bajáis a verlo desde el rio, pasareis un buen rato.
Esta es una vista atrás del camino que traemos, y este es otro punto conflictivo.
Venimos de la izquierda, y tenéis que girar por las escaleras que bajan. Nosotros nos fuimos, en principio, por la escalera que sube y ese camino os llena de vuelta pasando por unos miradores.





Sigamos subiendo que el camino es largo aún.
 







No os preocupéis que las subidas no son muy agresivas...

          La linea verde os indica el sendero por el que hemos venido, y la roja el sendero que baja al rio para tener otra perspectiva del puente natural desde abajo.
Creo que deberéis caminar un trecho por el mismo rio, así que llevad chanclas de goma si es vuestra intención, porque unas botas katiuscas no están muy bien vistas en agosto por esta zona. Creo que los mozos os correrán a gorrazos antes de tiraros al pilón de la plaza por horteras.



     Aún no hemos llegado a la mitad del recorrido, y aunque la vuelta es mas fácil, comenzamos a temer por el horario.
Ya sospechábamos que la longitud del recorrido no debía estar acertado, porque el GPS marcaba que aún debíamos andar bastante.



Lo bueno es que esta ruta merece la pena y cada tramo nos descubre una parte diferente de la anterior, cada uno con su encanto.
             
           
            Durantes esta parte del recorrido, podréis admirar el discurrir del rio por el cañón desde varios miradores. Esta zona es la mas cansada por el calor, y por la falta de sombra, pero las vistas os recompensaran. Reitero que valoréis las fechas para realizar la ruta porque si no fuera por la brisa que nos acompaña hoy, hubiéramos sufrido bastante.
De hecho, los nanos, comenzaron a quejarse.  (Aunque nosotros pensamos que es porque como durante todo el verano han estado tirados en el colchón que los abuelos les ponen en el fresquito salón en el pueblo donde, después de hacer los deberes no mas de media hora, se lían a jugar con las malditas maquinitas, pegarse una caminata como la de hoy para celebrar la vuelta al cole la semana que viene les ha molestado algo. Creo...)           
           


      No he sido capaz de darle a la foto la profundidad que merece, pero haceros una idea de que la altura es impresionante, y desde alguno de los miradores da algo de reparo asomarse si sufrís de vértigo.
Justo, en este punto, el cañón termina y lo cruzamos, dirigiéndonos hacia la izquierda para ir dando la vuelta. Buscando el molino y la cascada.







Bajamos a esta praderita...


  Y aprovechamos la sombrita de este nuevo tramo para recuperar fuerzas y refrescarnos.





     Una ultima pasarela...

La Flecha marca de donde venmos


   Y nos vamos a la cascada de Calicanto que esta junto al molino.
El molino, aunque en ruinas, se puede visitar y veréis que aun conserva la estructura y parte de las piezas originales.
Se utilizo para moler harina y en la posguerra, también hizo funciones hidroeléctricas para abastecer de luz al pueblo del Tormon..
        Llegamos a una de las joyas de la ruta; La Cascada de Calicanto.  Le calculo de unos 12 a 14m. de altura. Además, con todo el verdor que la rodea, se merece una parada obligada.
Aquí si que teníamos que habernos parado a darnos un baño, pero a estas alturas de la ruta, ya pensábamos en no parar ni a comer porque no había forma de cuadrar horarios. Si a la 18:00 no estábamos en Teruel, nos exponíamos a dormir al raso en la plaza del “torico”.
Nos refrescamos a gusto, y algunos solo les falto meterse vestidos y todo, pero creedme que no fue por falta de ganas.
Nos vamos buscando la ruta hacia El Cuervo, y salimos a esta pista.
Aquí os tengo que hacer una puntualización para que no haya conflictos.
FLECHA VERDE: DE DONDE VENIMOS // FLECHA ROJA:A DONDE VAMOS (resuelta la duda metadfisica)

Siguiendo el camino de la foto, llegareis a un cruce donde las indicaciones os harán girar unos 90 grados para retomar el camino de vuelta. Nosotros, por ahorrarnos unos metros que a estas alturas nos hacían mucha falta por el tiempo y por el cansancio, acortamos en este punto para atajar.
No se aprecia bien, pero si tenéis algo de exploradores, comprobareis que se ha utilizado este atajo, al menos, hace algún  tiempo porque esta notoriamente marcado.



En este punto nos unimos a la ruta original que Hemos  atrochado
Esta es la parte mas tediosa de la ruta, ya que comenzaremos a subir durante al menos 1,5 Km, y el mediodía se nos hará largo y pesado.
Al frente unas vistas del cañón con el camino que hemos andado. Toda la zona, tanto ésta como la de enfrente, es la que os decía que esta llena de miradores donde podréis obtener unas imágenes de la cicatriz que inexorablemente, el tiempo ha infligido a esta tierra.
No se porque, pero siempre que empleo algún eufemismo, pienso que solo le queda bien a los demás, así que voy a tachar cicatriz, y poner brecha.

Jopé!! Tampoco se si eufemismo es la palabra correcta para definir el empleo de una palabra con significado diferente para asimilarla a algo (que de por si esta mas que definido con su propio y obvio termino) pero con la intención de adornarlo.
Vaya!! Tampoco se si lo que acabo de exponer explica con claridad lo que intento explicar.
...Y que palabra define lo que acabo de hacer al querer explicar un término utilizando el mismo termino...??
Dejémoslo y vayamos acercándonos al final del relato de esta ruta...
Nos os lo he comentado al principio, por no desanimar a nadie, pero alguna referencia al vértigo si he lanzado. No es que vayáis a temer por vuestra integridad, pero si sois muy sensibles a las alturas, pasareis por zonas en las que es mejor no mirar hacia abajo.
Esta foto ya la habéis visto. No es que sea muy bonita ni ganadora del Pulitzer, pero es la que nos sirve para indicaros que llegamos al punto de reencuentro con la ruta inicial y que nos llevara de nuevo a la zona de las pasarelas y puentes. Si llegáis hasta aquí, no os habéis perdido, y si no llegáis, me eximo de cualquier responsabilidad que  pudiera conllevar el uso de la información altruista aquí publicada con carácter de cuenta cuentos. No obstante, apuntaos este numero; 112, que os sacara del apuro si veis que a las 04:00 horas de la madrugada no habéis dado con el cartelito en cuestión.
Desde aquí, todo el camino será el mismo por el que vinimos, cuya senda como habréis podido comprobar es imperdible
A este punto llegareis desde la parte izquierda. No giréis 180º porque os llevara de nuevo a la senda botánica. Continuad por mi espalda.
Este cartel (que foto mas mala, pero no tengo otra) Os lleva a la carretera que desemboca en la zona de recreo de la que partimos.
A estas alturas, los 4 Km de más con relación a la ruta original,  y la urgencia por terminar, nos trae con la lengua fuera y a los nanos cansados. No hemos podido ni parar a comer, para poder llegar a tiempo a Teruel. Pero no importa ya que comerán en el coche de camino.
Total habremos tardado unas 6 horas y media, y nos hubiera gustado poder ir algo mas despacio para recrearnos con esta magnifica ruta y además haber podido bañarnos un rato, pero no siempre los planes salen al 100%.
No se si volveremos, pero si lo hacéis vosotros, tened nuestra experiencia en mente, y planificad la ruta como un día de campo, porque merece la pena aprovechar todas las oportunidades que este largo paseo os proporcionaran.
Nos vemos en el camino.
Besos