domingo, 13 de marzo de 2016

160313 Mirador de los Robledos – Cabeza Mediana - Sillar da Garcisancho

160313 Mirador de los Robledos – Cabeza Mediana - Sillar da Garcisancho 
             Ya os adelanto que, aunque me escuchéis echar algún que otro demonio, no os privéis de acometer esta ruta que es un lujo por las vistas y por el recorrido en su conjunto.
      Desde el valle de Lozoya, a Peñalara o la Cuerda larga, iremos descubriendo paisajes espectaculares de la sierra madrileña que tanta afición nos ha contagiado.  
       Como excursión, y sobre todo nevada como la veréis aquí, es magnífica, tanto por las panorámicas como por el día que nos ha concedido tregua entre frío, nevadas y lluvia.
       Ante vosotros, vuelvo a comprometerme a realizar propósito de enmienda, por que como veréis vuelvo a demostrar que confiarse y no planificar adecuadamente una ruta, puede dar lugar a que esta deje de ser para uso y disfrute y se convierta en un vía crucis con sus respectivos momentos de penitencia.
       Benditas raquetas, que ya hemos planificado incorporar al equipo de invierno, para no volver a caer en un error como el que he cometido hoy y al que he arrastrado a  mi santa esposa, que me recuerda que a veces... sigo siendo un capullo. En fin...!!
         Al lió, que con las fotos que os pondré, seguro que os convenzo para que busquéis un día como este para venir. 
Longitud: 13,61 Km
Circular
Altitud minima 1.328 m.
Altitud maxima 1.750 m.
Acumulado subida y bajada 643 m.
Tiempo 6H. 4’
Vamos a buscar aparcamiento en el Mirador de los Robledos, donde iniciaremos la ruta al lado del monumento al forestal 
y desde donde se disfruta de una vista inmejorable del valle de Lozoya
       Para llegar hasta aquí, guiaros por la zona recreativa de “La Isla” cerca del Paular y Rascafría junto a M-604-km32 mas o menos (el desvío esta enfrente).
       Si vienes de Rascafría, el desvío esta a la derecha, y si vienes desde Navacerrada, el desvío esta hacia la izquierda.
     Lo cierto es que no nos esperábamos que hubiera tanta nieve en cotas tan bajas.
    Las predicciones de nieve en la sierra no son tan precisas como esperábamos y la cota prevista era sobre los 1600 m. (aunque superaremos los 1750 ), pero ya sobre los 1.400 nos empezó a costar andar decentemente como personas sobrias.


       Nos vamos hacia el Oeste, o lo que es lo mismo, hacia la izquierda del monumento buscando un carril que nos llevara...

  
       Hasta este paso canadiense por donde saldremos al campo libre.


       En la puerta hacia la izquierda por la pista, hasta el primer desvío a la derecha.

      Y a partir de aquí a subir atravesando el Collado Carretero hasta Cabeza Mediana del tirón

      Nos costo no hundirnos durante la subida, pisando sobre anteriores rastros,  y se nos hizo largo.


   
    Aunque este no fue el tramo mas complicado.
 

     
       A la altura de este arroyuelo, a vuestra izquierda encontrareis una lagunilla que nosotros dejamos pasar porque con la nieve se nos hacia complicado el acceso

  Collado Carretero y seguimos subiendo







Cabeza Mediana
Aquí os recomiendo que aprovechéis para el bocata y os deleitéis con las panorámicas.


La foto se titula “Ave. Ese pájaro”, pero lo que quiero mostrar es el intenso azul que estamos disfrutando.
      En el centro Peñalara y la cuerda hacia los Claveles, a la derecha. Y las hermanas a la izquierda
La Hermana Mayor y la Hermana Menor. Y el descenso hacia Cotos.
Alto de Guarraminas con la Bola del Mundo y el Cerro de Valdemartin en la izquierda.
La Cuerda Larga con las Cabezas de Hierro Mayor y Menor, y al pie de las mismas, en el centro-derecha, Valdesqui 
Subamos hacia el vértice.

El Belen.
.-“Profe, profe... Me surge una duda. ¿Por qué un Belen en la montaña y a mayores (que diría mi querida asturiana) en la nieve?.”
 
   Si llegan a poner un camello y una palmera..., ya lo bordan.
Vértice geodésico de Cabeza Mediana.
¿No sería mejor poner un Papa Noel en lugar del Belen?
A la que te despistes aparecen un par de cabras por aquí, y las enganchamos al carro en lugar de renos, y de paso lo nacionalizamos “El gordo de las cabras”, o algo parecido, que a los españoles estas cosas nos dan mucho juego, sobre todo en Cádiz.
    Seguimos la misma dirección que traíamos para iniciar la bajada, y poco a poco vamos variando rumbo hacia el Sur-Oeste.
A partir de este punto, nos costo bastante encontrar el camino sin hundirnos hasta la cintura.
Lamentablemente para nosotros este es el punto de no retorno de la ruta pero afortunadamente conseguimos nuevo rastro de raquetas.

   Hace mucho que no incluyo SENDEROCONSEJOS, pero aquí va uno: Con nieve y sin equipo adecuado y si  no tenéis claro el sendero, mejor abandonar la ruta. Un leve despiste de un metro a la derecha o izquierda puede suponer pisar en una grieta entre rocas o en un arbusto camuflado y como poco sufrir un esguince que en estos sitios os puede suponer un disgusto.


    El caso es que después de un descenso mas o menos accidentado y el reencuentro con el citado rastro, nos enfrentamos a la ascensión a Cerrito Sarnoso.

     


      Este es el momento que elije tu esposa para cuestionarse porque sigue contigo...





     Y a ver que le dices, porque entre lo que cuesta subir hundiéndote hasta la cintura, y que te este cayendo una chapa de narices, no es el mejor momento para contestar en caliente sin correr el riesgo de que la futura custodia compartida  y el haberte casado en régimen de gananciales, se convierta en tu próxima preocupación.
Cerrito Sarnoso. Cuando subes en las condiciones que llegamos nosotros, sabes porque le han puesto ese nombre.
 Os dejo unas vistas sin comentario mientras nosotros recuperamos resuello.




   
   Bajamos directos al Sillar de Garcisancho, una pradera espectacular al pie de Peñalara 
y desde donde podréis volver a contemplar toda la Cuerda Larga, de la que ya os he saturado a base de fotos.
    La ruta original marcaba un giro brusco hacia el norte para seguir por un sendero entre el bosque, pero con la experiencia que hemos acumulado hoy, 

...decidimos bajar por la pista, también hasta las orejas de nieve, pero a salvo de posibles contingencias en cuanto a pisar en falso.


     Por lo menos los límites están bien marcados y se supone que el firme sería más... ¿estable?



     Tras unos minutos de murmullos no aptos para gente mojigata, acordamos que el divorcio no es la solución y decidimos resignarnos, pero eso si, con derecho a blasfemar y ocasionalmente faltarnos al respeto con improperios como “hay que ser inútil” o “pues mira que la tuya...”
 







 












   Por fin comenzamos a pisar tierra firme, lo que nos proporciona paz de espíritu y sobre todo buenos modales, que ya estábamos hasta las esencias tuteladas por el escroto de este pútrido fluido condensado.
Perdonad, pero es que cada vez que me acuerdo, me vengo arriba y me caliento.
Mientras os pongo fotos del último tramo de vuelta, ya por terreno mas seguro, aprovecho para incluiros un relato que hace años circulaba por la red y que me viene “a huevo” para intentar explicar ese sentimiento de “la nieve mejor desde detrás de la ventana” 

“ Carta de un estudiante Erasmus en Helsinki
- 10 de Octubre
¡Hola! ¿Cómo va todo por ahí? Yo fenomenal
Hace un par de días que llegue a Helsinki. Tendríais que estar aquí, esto es una pasada! Baje del avión y estaba nevando. ¡La nieve es tan bonita! Parece algodón blanco. Esto está precioso, todo nevado. Eso sí, aquí hace bastante frío, pero me he comprado un abrigo fenomenal. ¡Es tan calentito! Ya estoy instalado en casa de Fruder. 
¿Sabéis lo que me paso? De camino aquí apareció por la carretera un reno. ¡Qué cosa mas bonita! En mi vida he visto un animal mas majestuoso. Parecía sacado de un cuento. Al llegar aquí resbale con el hielo bajando la maleta del taxi. Ja, ja, ja Esta todo helado. ¡es tan divertido! Decía que estoy en casa de Fruder. Me ha dejado un coche para que vaya todos los días a la universidad. ¿No es fantástico?
Ayer por la mañana, cuando fui a sacar el coche del garaje, me encontré con que había nevado por la noche y tuve que quitar el montón de nieve con una pala. ¡Era tan autentico! ¡Me sentía doctor en Alaska! Esto es fenomenal, me encantaría que estuvieseis aquí.
Os envío una postal para que podáis admirar el paisaje, que parece salido de un cuento de Dikens. Creo que me he reconciliado con el mundo.
Besos
Volveré a escribir
- 20 de Marzo
Este sitio... Esto es como el infierno pero con el aire acondicionado a toda hostia. ¿Quién coño me mandaría meterme aquí? ¡Te lo dije, mama! Aunque os parezca mentira, aquí el termómetro no sube de 0º.  ¿En que cabeza cabe? Por cierto, ¡que tal las fallas?, Bien ¿no?...cabrones. Aquí no hace mas que caer nieve todo el puto día. ¿Qué digo nieve?; mierda blanca, porque esto es mierda blanca. Esta mañana, después de media hora de intentar arrancar el jodido coche (se había helado hasta la dirección), abro la puerta y ¿Qué me encuentro? Pues lo de todos los mismos putos días: una tonelada de mierda blanca. El medico me ha dicho que me deje de jugar con la palita. Que como se me vuelva a enganchar la espalda me voy a quedar paralítico. Desde que hace un mes pegué un resbalón en el puto hielo (mierda transparente) y me saque una vértebra de sitio, lo estoy pasando fatal. Luego, de camino a la universidad, he atropellado un puto reno. El cabrón se ha cruzado sin avisar. El reno, en mi vida he visto animal mas hijo de puta... Y encima, ¡que te crees tu que me lo he cargado! El cabrón ha salido por patas mientras yo me quedaba en mitad de la nada con el radiador reventado. Los 20 Km andando por la nieve me han dejado bien jodido. 
Los mocos se confunden con las lagrimas que ruedan por mis mejillas mientras os escribo estas líneas. No sabéis las ganas que tengo de volver. Estoy hasta los cojones de este puto lugar. Tengo ganas de llegar a casa y quitarme la mierda de abrigo que llevo encima desde Octubre y que ya empieza a apestar.
Un abrazo a todos. Os quiero.
PD.: estoy pensando en suicidarme.“

   Bien, pues después de este relato que imagino que mas de una sonrisa os habrá sacado, solo me queda concluir que no me hagáis caso.
La ruta es perfecta en verano y en invierno (¡con raquetas por Dios!). Pasareis un buen rato y si vais en grupo podréis disfrutarla mas todavía.

Para corroborar esta afirmación os diré que a la semana siguiente volvimos con los nanos para subir hasta Cabeza mediana y tirarnos por la nieve con unos donut’s inflables y lo pasamos genial.



Nos vemos en el camino